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Con apenas 16 años lo tenía claro, quería ser cocinero. Un sueño que abandonó y, una década después, retomó gracias a ‘MasterChef 7’. Hoy Aleix, el joven pescadero de Manresa (Barcelona), se encuentra de nuevo en el camino que nunca debió perder de vista. Durante las trece semanas que ha durado la competición su lema ha sido: “cuanto más exigente eres, mejor sabe la victoria”. El caballito ganador para sus compañeros, con disciplina y mucho trabajo, anoche consiguió alzarse con la victoria de la séptima edición del talent culinario más duro del mundo. ‘MasterChef’ le ha “ordenado la vida y la cabeza”, asegura.
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Los duelistas Aleix y Teresa se dejaron la piel en un emocionante duelo
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El talent culinario de La 1 reunió en su despedida a 2.041.000 espectadores y un 18,8% de cuota. 4.665.000 personas estuvieron pendientes en algún momento de la final. Logró el minuto más visto de La 1 a las 23:24 horas con 2.546.000 personas. La séptima temporada de ‘MasterChef’ ha logrado una media de 1.855.000 espectadores y un 14,9% de aceptación.
Los duelistas Aleix y Teresa se dejaron la piel en un emocionante duelo. “Ha sido una final apasionante y muy reñida. Os hemos visto pelear por vuestro sueño y, pase lo que pase ahora, los dos estáis ya en el camino para conseguirlo. Este duelo final es la culminación de tres meses de trabajo y aprendizaje. Después de veros cocinar, en ese difícil equilibrio entre tensión y serenidad, estamos muy orgullosos de vosotros. Vuestra evolución es evidente. ‘MasterChef’ es una gran escuela, donde no solo os enseñamos a cocinar, sino también algo mucho más importante: tener una actitud positiva, querer superarse, no rendirse nunca y tener claro que no se consiguen las metas, grandes o pequeñas, sin esfuerzo ni trabajo. Hemos visto dos propuestas muy distintas, pero cada menú os define fielmente. Ha sido un homenaje precioso a vuestra tierra y, además, nos confirma la pasión que sentís por la alta cocina”, felicitaron los jueces minutos antes de nombrar al ganador de la séptima edición de ‘MasterChef’.
Aleix ofreció al jurado y al invitado Gastón Acurio, el chef peruano más reconocido a nivel mundial, un increíble menú de tres platos, centrado en los productos del mar, jugando con las técnicas culinarias más actuales, que repasaba su vida: De donde vengo, Donde estoy y A donde voy. Con este trabajo, sin darse cuenta, dejó atrás su vida como pescadero para convertirse en un auténtico chef. “Hoy es el mejor día de mi vida. Ahora comienzo un camino nuevo. MasterChef me ha cambiado la vida”, afirmó el ganador, que dedicó la mitad del premio a su madre, porque gracias a ella ha conseguido hacer su sueño realidad. Además, consiguió 100.000 euros, la publicación de su propio libro de recetas, que saldrá a la venta el próximo 9 de julio, y un Máster en Cocina, Técnica y Producto impartido por la prestigiosa Facultad de Ciencias Gastronómicas Basque Culinary Center para continuar su formación.
Teresa y Aleix, duelistas de la séptima edición de ‘MasterChef’
Teresa fue la primera aspirante en conseguir la preciada chaquetilla, tras ser la mejor reproduciendo el plato del chef Dabiz Muñoz (3 estrellas Michelin): Salmonete asado con emulsión de galanga, unos dumplings de huitlacoche y una beurre blanc de tamarindo. Aunque comenzó la prueba despistada y más lenta que sus compañeros supo reconducirla, preparar la mejor elaboración y llevarse el reconocimiento del jurado, además del primer pase al duelo final.
Aleix tuvo que ganarse la chaquetilla en Dénia (Alicante) cocinando dos elaboraciones de un menú de tres estrellas Michelin diseñado por el chef Quique Dacosta en su restaurante. Se encargó de cocinar Salmonetes en el Monte de los Olivos, plato en el que demostró su buena mano con el pescado, y Flores raras, el único postre del menú, todo un reto para él. Los comensales, que eran los duelistas de las anteriores ediciones de ‘MasterChef’, se deshicieron en elogios con los platos de Aleix y el jurado lo escogió como segundo duelista de ‘MasterChef 7’.
La historia de Aleix en cada plato
Para esta gran ocasión, Aleix preparó en el duelo final un menú que contaba la historia de su vida. De donde vengo, el entrante, fue una interpretación del tradicional ‘pa amb tomàquet’ catalán, elaborado con productos humildes y que representan sus orígenes. Pepe Rodríguez destacó su capacidad para hacer “un plato impecable” con productos sencillos y a Gastón Acurio le conquistó porque rescataba el “sabor del mediterráneo”. “Es elegante, es fino y, lo más importante, has puesto en relieve productos humildes”, le felicitó su mentor Jordi Cruz. “Tu plato es maravilloso. Tú eras como un ‘pa amb tomàquet’ cuando llegaste a ‘MasterChef’ y ahora eres esto- dijo Samantha Vallejo-Nágera señalando el plato-. Es fresco, es divertido, es original… Prácticamente sin errores y con un sabor increíble”.
Su plato principal, Donde estoy, representaba su paso por MasterChef. Para elaborarlo trabajó con 13 productos del mar distintos con una escala de sabores desde los más finos a los más intensos y potentes. “Es una degustación digna de todo un pescadero y todo está perfectamente unido con la potencia salvaje de tu salsa de rodaballo, que es increíble”, destacó Samantha Vallejo-Nágera. “Es una salsa para comer prácticamente sola”, alabó el chef invitado, e incluso Pepe Rodríguez le pidió la receta.
El punto final del menú lo puso A donde voy, postre que simbolizaba sus ganas de evolucionar y sus ambiciones futuras, pero sin olvidarse nunca de sus orígenes. “Tu plato es súper estético, me ha encantado. Tiene una dificultad elevada. Te has querido lucir y darlo todo. Eso es lo que nos gusta. En ‘MasterChef’ queremos gente con pasión, ganas de evolucionar y aprender, y tú estás en el camino”, destacó Samantha Vallejo-Nágera. “Estás empezando. Está claro que vas a lograr muchas cosas, tienes talento y lo has demostrado en cada plato. Tienes esta necesidad de explorar, de avanzar, pero es la paciencia la que te va a permitir tomar las decisiones correctas en el momento correcto, porque vas a poder escuchar tu voz interior que te va a decir: estoy listo para pasar a una siguiente etapa”, señaló Gastón Acurio. Su mentor durante toda la competición, Jordi Cruz, cerró la cata abriéndole las puertas de su restaurante ABaC en Barcelona, porque con este trabajo Aleix demostró que ya no era un aspirante de ‘MasterChef’, sino “un cocinero joven”.
Teresa, un menú con sabores gallegos
Para el gran duelo final Teresa preparó un menú gallego y muy fresco, con el que quiso reflejar los sabores de su vida. Como entrante sirvió Albariño y marisquiño, un tartar de bogavante con emulsión de cabezas, un aire de alcaparras y un granizado de albariño. Un plato rico, sabroso y estéticamente impecable. “Es sencillamente delicioso. Te gusta cocinar sin complicarte la vida, hacer cosas sencillas y ricas que representen a tu tierra y lo has conseguido con este plato. Es un plato creativo, sencillo, rico y muy fresco”, reconoció su mentora Samantha Vallejo-Nágera.
Como principal, cocinó un potente mar y montaña con merluza y cerdo, llamado Galicia caníbal, título de una canción del grupo gallego Os Resentidos. Una apuesta arriesgada y, pese a estar bien cocinada, los jueces echaron en falta un hilo conductor capaz de ordenar el plato y darle un sentido a todas las elaboraciones. “No sé si es la Galicia más caníbal… Está bien la merluza, está perfecta la oreja, están bien las patatas, está muy bien el esférico… Pero no hay un todo. Le falta esa expresividad de la ajada gallega, que debería tener más protagonismo y haber salseado todo. Lo has hecho muy mono, pero le falta ese hilo conductor”, destacó Pepe Rodríguez. “En Perú valoramos mucho el contrapunto de la acidez. Esa ajada me la imagino envolviendo todo y dándole esa acidez que termina uniendo en la boca el pescado con la oreja. Ese hubiera sido el toque final para bordar el plato”, matizó el chef Gastón Acurio.
Para terminar, preparó una crema fría de licor de café con chocolate y helado de crema de orujo. El postre recibió muy buenas críticas por parte del jurado, incluso Jordi Cruz confesó sentirse arrepentido de no haberle dado la oportunidad de formarse en su equipo: “si pudiese volver atrás en el tiempo, sí te elegiría y te pediría ser tu mentor”. “Para mí, el postre culmina lo que he visto en ti desde el principio: el cariño, la alegría, las ganas de celebrar la vida y hacerlo honestamente y con franqueza. Es un postre que emociona porque conecta con tu abuela, con tu mamá, con tu casa. Te felicito y te lo agradezco mucho, porque nos haces recordar y nos haces sentir”, agregó el chef invitado.
“Me voy a casa muy feliz. Para mí ha sido un reto y un orgullo poder estar aquí. Solo puedo decir gracias por dejarme vivir esta experiencia, ha sido única”, comentó emocionada Teresa tras convertirse en la segunda finalista de esta séptima edición. Gracias a su esfuerzo y lucha, seguirá formándose con un Máster en Pastelería impartido por el Basque Culinary Center junto a su compañero Valentín, tercer finalista de ‘MasterChef 7’, que obtuvo un Curso de Especialización de ocho semanas de duración.
Valentín y Aitana se quedan a las puertas del duelo final
En la primera prueba, Valentín logró hacer un buen trabajo intentando replicar el plato de Dabiz Muñoz, aunque con algún defecto que le impidió ganar la chaquetilla. Aitana, sin embargo, estuvo completamente perdida en un cocinado caótico que no fue capaz de reconducir.
En Dénia, Valentín se quedó a las puertas del duelo final tras haber cometido algunos errores al comienzo de la prueba. “Al principio, has estado demasiado relajado. Pero luego has remontando y, a pesar de tus errores, has sacado dos platos muy complejos de una forma muy digna”, le dijo Jordi, su mentor.
Los nervios impidieron a Aitana elaborar unos platos a la altura del restaurante Quique Dacosta, no logró terminar muchas elaboraciones y no trabajó con limpieza. No fue su mejor prueba y sus platos no reflejaron la actitud luchadora que ha mantenido a lo largo de los últimos tres meses. Finalmente, la aspirante de Bilbao quedó como cuarta finalista de ‘MasterChef 7’.
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